CUANDO LA TIERRA SE MOVIÓ: A un Año del 19S

Poralfonso

CUANDO LA TIERRA SE MOVIÓ: A un Año del 19S

Estamos a días del primer aniversario del 19S y muchos seguimos pensando en ese día cuando la tierra se movió. No es cosa menor si hacemos recuento de los daños que el sismo del 19 de septiembre de 2017 dejó. En el caso de Puebla son mayoría las iglesias que siguen sin reconstruirse de acuerdo con datos de la Arquidiócesis. Incluso en el mismo Centro Histórico de la capital poblana podemos ver todavía algunos edificios apuntalados y en proceso de reconstrucción. En una situación todavía más crítica están los municipios de la Mixteca en que aún hay pendientes en diferentes inmuebles.

Las mismas autoridades han resaltado bajos porcentajes de reconstrucción de viviendas para las que entregaron fondos y también hay presidencias. Mención aparte merecen casos como los ex habitantes de edificios de departamentos destruidos por completo en la Ciudad de México. El tema por supuesto puede ser visto desde diferentes enfoques socioeconómicos, aquí por supuesto interesa el que aporta la psicología.

Pensar en ese día cuando la tierra se movió implica por supuesto un cambio en nuestra percepción de la realidad. Es innegable que a pesar de que ya pasó un año, son muchas las personas que conservan el temor recurrente. Lo podemos ver tan sólo en hechos tan simples como los sismos de menor magnitud que se registraron meses después.

La misma alerta sísmica que ha sonado por accidente o por pruebas ha ocasionado que se reavivan las mismas preocupaciones. Esto por un lado es normal si consideramos, como ya decíamos, que se trató de un evento de alto impacto. Que sea considerable que se tengan estos temores, no significa sin embargo que no se deba de trabajar ante ello. Como ya decíamos al inicio del texto es aquí donde juega un rol interesante lo que la psicología puede aportar.

Y es que finalmente lo importante es identificar qué aprendimos del día cuando la tierra se movió para ser mejores. Visto desde el enfoque psicológico quedarnos sólo con el miedo sólo nos lleva a paralizarnos y a no reaccionar correctamente. Esto, por supuesto, para nada nos será útil ante un nuevo sismo o ante cualquier contingencia que se nos presente. Sobre todo si consideramos que nuestra realidad ante un escenario de este tipo, puede haber cambios drásticos si debemos reaccionar.

Cuando la Tierra se Movió debe prepararnos.

El tema cobra relevancia si agregamos que los temblores no son predecibles, México tiene un territorio sísmico y eventualmente temblará. Así pues tener presente que el miedo no es bueno, pero un plan de acción sí lo es, da seguridad. No solamente una seguridad en materia de protección civil, sino una seguridad personal que nos haga sentir personas más fuertes.

Tras enfrentar esta situación del día cuando la tierra se movió, desde la psicología fue también importante identificar las emociones. Esto tal vez ya no sea tan funcional como lo fue en los primeros días posteriores al evento del 19S. De hecho habría que considerar que los mayores efectos pudieron ser comprensibles en las primeras semanas y después más patológicos.

Sin embargo, es importante tenerlo presente ante cualquier otro tipo de contingencia por la naturaleza que podamos enfrentar como sociedad. Podría pensarse que ante efectos como los del sismo del 19 de septiembre quienes más batallaran con ello fueran niños. Pero también entre adultos se registraron las complicaciones propias de no saber expresar los sentimientos que generó un evento traumático.

De esto se percataron psicólogos que prestaron apoyo gratuito luego del temblor y echaron mano de ejercicios para darle cause. Algunos de ellos han platicado que en albergues y sitios afectados se fomentó el hablar en grupo de lo vivido. El altruismo fue otra de las herramientas que permitió a quienes fueron afectados emocionalmente por el temblor para expresar sentimientos.

 

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