Pensar en New York, con sus rascacielos y sus grandes parques nos llevaría a pensarla como una ciudad totalmente ordenada. Sin embargo, esto no es del todo cierto y para muestra basta observar la actual crisis del East Harlem Rezoning. El East Harlem, es uno de los barrios donde más habitan migrantes originarios de México y en especial de Puebla. Por otro lado protagoniza ahora una crisis entre habitantes, autoridades y desarrolladores de vivienda por un rediseño de las vialidades. ¿Pero qué tiene que ver esto con la psicología? En realidad bastante y es que estos cambios afectan la salud.
El proyecto a grandes rasgos consta en redefinir cómo podrán ser los nuevos edificios que se construyan en el barrio. Este tema comenzó a discutirse en la Comisión de Planificación de la Ciudad de Manhattan a finales de agosto pasado. De inmediato y en una reacción en cadena, la comunidad que puede verse afectada por los cambios, comenzó a reaccionar. Esto, como era de esperarse por la posibilidad de ver en riesgo la estabilidad de sus viviendas, con comentarios negativos. Para bien o mal los comentarios representativos de los habitantes están previstos dentro del análisis para la zonificación del barrio.
La presidenta del condado de Manhattan, Gale Brewer, expresó ante autoridades criticar por no escuchar a habitantes del East Harlem. Se registraron en el proceso varios testimonios y entre ellos la queja común fue el que permitieran edificios más altos. Esto, de hasta 35 pisos y en vialidades que los pobladores consideran centrales para su estabilidad, Park y Third Avenue. Aunque en otros puntos de New York 35 pisos podrían verse como algo mínimo, para el barrio mexicanos es acelerado. Un proyecto que, por otro lado, va en sentido contrario al que los vecinos habían desarrollado en dos años previos.
Al final, no sólo es un tema de altura sin un temor a que incrementen los costos de los alquileres. Con ello, un temor aún más grave que genera tensión psicológica entre los habitantes es que como consecuencia acaben desplazados. Orillados pues a realizar un cambio radical en sus hábitos y estabilidad de vivienda, en sus prácticas diarias, a mudarse. Alguien que argumentó en contra fue la comisionada del Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda de Manhattan, Maria Torres-Springer. La defensora sostiene que las rentas ya estaban a la alza y que el East Harlem rezoning frenará la situación. A favor también estuvieron, como es de esperarse, los desarrolladores de vivienda a los que también se consulta para esto.
Para tomar una decisión los procesos en la ciudad de New York prevén el análisis de los diferentes testimonios emitidos. Otra previsión esperada es que no se permita el número previsto de pisos sin una opción reducida de 21 pisos. Vistos por edificio serían sólo 14 menos, sin embargo, si se les multiplica sería menor el impacto en la comunidad. Menos vivienda, menos posibilidad de que aumenten los precios, de que los pobladores acaben desplazados y de que se estresen.
El estrés, la ansiedad, el miedo generalizado, el silencio, la desconfianza y el mutismo, son efectos del desplazamiento de vivienda. Están también la inestabilidad emocional, la depresión, la tristeza, el desánimo y también la incertidumbre ante los siguientes cambios venideros. En general lo que rodea a un cambio así en una comunidad es la sensación de incertidumbre, rabia e intranquilidad. Si bien los desplazamientos se registran a lo largo del mundo con características que incluyen la violencia, aquí podría pasar. De alguna manera los cambios aprobados podrían afectar los derechos de mexicanos en East Harlem a contar con una vivienda.
® Dolor Psicológico del East Harlem Rezoning
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