La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica de neuroestimulación y neuromodulación cerebral. La cual ha demostrado ser utilizada de una forma segura.
Es importante recordar que no es invasiva y que incluso es indolora. En la actualidad se ha continuado utilizando como una técnica que facilita la reorganización de las funciones cerebrales. Incluso siendo capaz de permitir una recuperación clínica del paciente que padece de algún trastorno mental.
La forma en que funciona consiste en utilizar una fuente de energía que descarga en un capacitador. Este genera pulsos cortos de corriente eléctrica dirigida a una bobina productora de un campo magnético pulsátil. Así se genera un campo magnético que penetra fácilmente la piel, cráneo y meninges. De tal forma induce una corriente eléctrica secundaria en el tejido cerebral. La cual se realiza en paralelo a la superficie cortical.
Se supone que la utilización de esta técnica tiene una acción neuromoduladora que es transinaptica. La cual actúa cerca del cono axónico de las células piramidales. Su utilización puede generar cambios en los sistemas de neurotransmisión de serotonina, dopamina. También en ciertos genes implicados en la plasticidad neuronal además de mejorar el flujo sanguíneo del cerebro.
Algunos de los efectos secundarios conocidos son las convulsiones con una incidencia menor de 1 persona en 1,000. Esto es relativamente bajo. Entre un 3 y 10% de las personas tienen cefalea, por el efecto de tensión muscular que se genera. Tambien se conocen efectos en el umbral auditivo, por lo que normalmente recomiendan darle a los pacientes tapones auditivos para evitar un efecto adverso.
Ahora bien, uno de los trastornos en los que es utilizada es en el Trastorno Depresivo Mayor. Aunque el mecanismo de acción sobre ella se desconoce, se propone que modula la actividad cortical y circuitos neuronales asociados con el control del estado de ánimo.
Por otra parte en el tratamiento de la esquizofrenia la estimulación magnética transcraneal ha sido utilizada para la mejora de los síntomas negativos de la enfermedad. Por ejemplo reduciendo las alucinaciones auditivas
En el caso de la Enfermedad de Parkinson se ha encontrado que hay una disminución de la actividad alrededor del área motora. Se ha encontrado que una de las afecciones del Parkinson es que se encuentra alterado el circuito de los ganglios basales-tálamo-cortical. Por lo que la estimulación para este lugar puede permitir una neuromodulación efectiva.
Otra de las áreas donde la estimulación magnética intracraneal ha demostrado su eficacia ha sido en la rehabilitación de accidentes cerebrovasculares. Se ha demostrado que después de dichos accidentes existe un resultado al que se le llama plasticidad maladaptativa. Ella lleva a una alteración de la actividad neuronal, la cual puede ser rehabilitada con esta técnica.
Otras de las áreas que ha demostrado funcionar es en el tratamiento de las afasias y de la rehabilitación motora.
Respecto a los efectos a largo plazo existe aun desconocimiento. Sin embargo se sabe que se han reducido actualmente en un 70% las crisis epilépticas. Esto hace ver que la tecnología actual dista mucho de la utilizada hasta hace algunos años. También tiene que reconocerse el dolor neuropático que genera y la necesidad de encontrar soluciones a ello.
Finalmente es importante destacar que la utilización de esta técnica es prometedora en la actualidad. Esto debido a que muchas veces existen tratamientos farmacológicos que no funcionan en ciertos casos y esta se convierte en una opción. Es importante entender que el equilibrio en la actividad neuronal puede ser algo muy necesario en diferentes padecimientos. Así tenemos que tener cierta apertura a que en ciertos casos, dicha técnica podrá brindarle una mejor vida al paciente enfermo. Esperemos a ver que otras cosas más conocemos al respecto.
® Estimulación Magnética Transcraneal en la Actualidad
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