Uno de las grandes necesidades para pasar a la vida adulta es que contemplemos avances en nuestra autonomía. Para la generación Millennial que justo está atravesando dicha circunstancia las cosas parecen estar difíciles. Como me lo menciono una paciente, ella es como Peter Pan. No quiere crecer.
La autonomía se define en general como la capacidad de las personas para poder tomar decisiones o de ponerse reglas a si mismos sin necesidad de una influencia exterior. En psicoanálisis podríamos decir que sería la capacidad de asumir la conciencia moral y el ideal del yo mediante capacidades funciones del yo que se lo permitan. Para las personas que no estén familiarizadas con este concepto de psicoanálisis, básicamente estaríamos diciendo lo siguiente. La autonomía sería la capacidad para asumir todo lo que se ha aprendido de los padres y la capacidad de nuestra personalidad de asumir ese aprendizaje.
En antiguas generaciones cuando dicho proceso sucedía, se comprendía como una situación normal que tenía que suceder y ante la cual los jóvenes tenían interés de hacerla. Sin embargo, ¿qué sucedió con una generación donde los padres sobreprotegieron con el fin de no tener que hacerse cargo de las cansadas funciones de paternaje?. Es decir, la generación de los Millennials fueron “chavitos” que crecieron con la computadora. Pero sin padres que les enseñaran como procesar la información. También no les enseñaron como enfrentar formas de socializar.
¿Ante que se están enfrentando los Millennials en su reciente etapa de adultez?. Bueno mi consideración más importante refiere su incapacidad para poder establecerse en tareas que se relacionen con una disciplina y la aceptación de la frustración. El Millennial quiere tener trabajos que no impliquen ningun compromiso. No es autónomo porque quiere tener trabajos que sean temporales y que no impliquen mayor esfuerzo para desarrollarse dentro de la empresa. Los premios que obtenga tendrán que ser por su capacidad intelectual pero no por su experiencia. Es decir, por su dependencia más no por su autonomía. Por supuesto porque ella implica haber tenido que forzarse a sembrar cosas que después tendrá que cosechar.
Otra de las partes donde encuentro problemas de autonomía es respecto a las expectativas de relación que se tienen. La generación Millennial tiene expectativas de relaciones construidas en estereotipos consumistas y de poco compromiso. En sus relaciones no son movidos por sus cualidades intrínsecas y personales. Más bien como decimos los mueven las “formas de ser” determinadas socialmente. Las cuales por supuesto hacen mucho daño. Porque penderán de un hilo. Se buscará ser tan poco independiente, puesto que se buscarán modelos a seguir. No modelos únicos y fortalecidos por saberse con una personalidad única.
Tambien veo mucha dificultad en la generación Millennial al observar la forma en que está construyendo la familia actual. A mi parecer es una familia que ha perdido la capacidad de ser única y maquiladora de personalidades. Se han perdido los protagonismos dentro de las familias. Cediendo a la separación que implica no interactuar con la familia, y por ende dejar de crecer. Es decir la generación de millenials ha olvidado la importancia de la familia para evitar el sufrimiento de crecer al lado de ella. Es mejor pensar que la familia ya no es algo importante, porque entonces no tengo que lidiar con ella. Así cada vez, el Millennial está más apartado de su familia.
Como estos pequeños ejemplos, podría seguir citando situaciones que he observado actualmente, en dicha generación. Me parece que es también importantísimo comenzar a confrontar la idea de que parece ser una generación ante la que parece que no entendemos su rumbo. Dicha cuestión sin embargo, me parece que será muy importante, ante los fenómenos que surjan pronto. Tendremos que ver entonces, como enfrentan los nuevos retos sociales. Veremos que hacer con tanto Peter Pan.
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