No es que Puebla sea ciudad inglesa, pero en últimas semanas se parece a ratos con tanta nube y lluvia. Al sol y sus rayos se les ve poco y de acuerdo con estudios sobre psicología esto puede deprimir. Y es que, aunque el calendario diga que estamos en verano, las ventizcas que obligan al sweater parecen de invierno. Así son estas cosas de la lluvia y la depresión en Puebla.
Según la American Psychriatic Association este mal que conjuga emociones con los cambios climáticos tienen un nombre y también definición. La descripción del trastorno afectivo emocional aparece en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la asociación. Según el texto, es una especificación del patrón estacional del trastorno depresivo mayor y ocurre en algunas etapas del año.
Los especialistas hacen énfasis en cómo este mal aumenta en lugares que viven noches invernarles más largas que lo común. La explicación tiene su clave en la luz y los efectos que esta genera para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Sin sol, bajan la serotinina y la melotonina, un neurotransmisor y una hormona encargadas de regular a los seres humanos. Sus nombres pueden parecer algo complicados pero sus funciones son simples; regular ciclos de sueño, vigila y estado de ánimo.
Sobre veranos como el que este año vive Puebla con un día de lluvia y otro también, hay algunas pistas. El trastorno efectivo emocional en esta segunda época del año se caracteriza por dejar algunos efectos visibles a simple vista. A quien lo padezca puede faltarle el apetito, perder peso, presentar insomnio y también síntomas como irritabilidad e incluso, ansiedad. El invierno por otro lado tiene algunos efectos que se repiten y otros más que no aparecen con más frío. La lista incluye cambios de apetito, aumento de peso, fatiga, somnolencia, desesperación, ansiedad y nuevamente la irritabilidad del periodo veraniego.
En la misma Inglaterra donde varias de sus ciudades enfrentan a los días poco soleados se han realizado algunos estudios. Según uno de ellos, realizado por la Universidad de Southampton a inicios de década, son bastantes las víctimas del clima. Los datos científicos revelaron que hasta un 90 por ciento de la población había sufrido cambios al cambiar la estación. Hubo en los habitantes analizados modificaciones en el estado de ánimo y en sus niveles de energía y también sueño. El cambio de clima, da cuenta un artículo de la BBC sobre el estudio universitario, afectó también ingresos de industrias.
Tanto la información sobre el caso de estudios en Reino Unido como fichas sobre el trastorno. proponen una solución sintética. Esta consiste en algo muy simple para los que sienten que les falta el contacto con la luz solar: lámparas. Las mismas, sin embargo, no son comunes y corrientes, sino especiales, con luz brillante y aptas para exponerse por horas. Se trata, de acuerdo con algunas descripciones de especialistas, de herramientas que generan una luminosidad hasta 10 veces más intensas.
Aunque la lluvia de Puebla en últimas semanas pareciera a ratos desesperante y antesala a deprimir no es para tanto. La lluvia y la depresión en Puebla pueden esperar. Los estimados de autoridades encargadas de prevenir sus estragos en la población prevén que duren hasta el mes de noviembre. Comparado, sin embargo, con la lluvia en países como Inglaterra donde se ha estudiado el trastorno afectivo emocional, dura menos. Una infografía del periódico The Independent ubica cómo entre 1981 y 2010, Glasgow fue la ciudad con más días de lluvia. Sus 170.3 días al año la ponen en primer lugar, le siguen Huddersfield con 154.4 y luego Preston, con 153.2. En el caso de Puebla, en cambio, sitios que describen los climas en México estiman de 105 a 115 días.
® La lluvia y la depresión en Puebla
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