El mundial ya se acaba mañana y en este espacio han sido varias las entradas que hemos dedicado a él. Desde la psicología de los seleccionados mexicanos, hasta vínculos entre el futbol y la percepción de poblanos sobre el consumo pornográfico. Un tema sin duda que no podemos dejar de lado es al centrocampista croata Luka Modric que ha generado furor.
Y no sólo porque su país haya llegado a la gran final junto con la selección de los futbolistas franceses. No, Lo que sucede con el jugador regular del Real Madrid es que tiene una historia de superación interesante.
Resulta que en 1991 y con sólo seis años vivió muy de cerca la Guerra de Independencia de su país. Su abuelo murió a consecuencia del duro enfrentamiento bélico con el pueblo de lo que actualmente conocemos todos como Serbia.
Varios de sus días los pasó como refugiado en un hotel en la ciudad porteña de Zadar que albergó afectados. Y fue justo ahí, según han contado documentales sobre sobre su vida a propósito del mundial, que comenzaron sus sueños. A diario caían bombas, el conflicto que habitantes de todas las edades pudieran dejar pasar como algo inadvertido o cotidiano. Entre los niños, sin embargo, se buscó orientarlos hacia el futbol en medio de la tragedia y Luka Modric puso metas.
Antes de llegar al equipo español de los merengues y vestir la camiseta croata, él pasó, claro por equipos locales. Hoy sin suda es un jugador del que conocen los aficionados poblanos al futbol y no sólo por sus talentos. Al final, lo que impacta de él es el proceso de superación personal que tiene que ver con la psicología.
A grandes rasgos la superación personal vista desde el ojo de los psicólogos es un proceso de transformación y desarrollo. en este proceso la persona que logra superarse adopta para beneficio de su propia vida, nuevas formas de generar pensamiento. Así pues, esto le permite tener frente a los retos nuevos comportamientos y actitudes que mejoran su calidad de vida.
Leído en el papel parece algo fácil, pero esto puede tener grandes variaciones según las circunstancias de quien lo adopte. En este caso, como ya veíamos se trató de un niño que vivió de cerca la guerra en su infancia. Podríamos pensar que menores que acompañaron a Luka Modric en el mismo hotel tal vez no lograron cambiar significativamente su vida.
Él sin embargo encontró una motivación en el futbol y sus cambios le permiten ser hoy un gran personaje mundialista. Uno de esos, que como sabrán los aficionados poblanos, demuestra que el futbol es más que balones y canchas verdes.
Tan interesante como el propio proceso del jugador croata es todo lo que rodea a la información verdadera y falsa. Su historia como ya hemos visto resulta bastante interesante, pero también ha servido para que se exagere y difunda erróneamente.
Durante el mundial de Rusia, por ejemplo, se difundió un mensaje que lo hacía ver todavía más como un héroe. Se dijo que vio morir al abuelo, que vivió en un campo de concentración, que es ingeniero y desarrolla prótesis. Su mismo biógrafo salió a desmentir todo esto y a contar la historia apegada a su realidad según trabajos documentales.
El fenómeno Luka Modric ha sido tal, que previo a la final un canal croata difundió supuestas imágenes de su niñez. Desde la psicología podríamos pensar que en todo esto hay tal vez la necesidad humana de reflejar historias exitosas. Entre lo cierto y no del centrocampista, a los amantes del futbol poblanos les queda ante todo una historia para reflexionar.
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