A poco más e 24 horas del lanzamiento del iPhone X de Apple, el tema se multiplica entre las conversaciones. En las redes sociales de ciudadanos de Puebla, y bueno, de todas partes del mundo, se discuten sus nuevas características. Destaca que es ahora de carga inalámbrica, que tiene tecnología de reconocimiento facial, pero sobre todo que tiene alto precio. Y es que el monto cercano a los 27 mil pesos mexicanos ha generado discusión sobre qué tanto los vale. Para quien tiene obsesión con los productos de la manzanita, podría no haber límites pero sí explicación desde la psicología.
Si bien parecería que se trata de un tema popular de novedad , lo cierto es que llevan años de euforia. Desde que la compañía de Steve Jobs lanzó el primer teléfono hace una década, con cada nueva edición surge locura. Ahora iPhone X. Lo dicen las cabezas de notas de los meses de septiembre de otros años en que la tecnología generó reacciones. Obsesión por obtenerlo en las primeras horas tras el lanzamiento, largas filas en sucursales de Apple y hasta acciones desesperadas. Hay textos que recopilan las historias más absurdas, las más extremas y hasta de riesgo por hacerse de un iPhone.
Al final todos los textos periodísticos coinciden en características de una obsesión que algunos han dado por definir como neófilia. Su etimología parece simple al conjuntar el amor por lo nuevo, pero en realidad va más allá de lo simple. El diario argentino El Clarín dedicó un texto al concepto a propósito del lanzamiento del iPhone 7, apenas en 2016. De entrada, aseguran, no se trata de una enfermedad como el trastorno de las compras compulsivas, sino un amor peculiar.
Para descartar una adicción, El Clarín recurrió a Albert Vinyals, doctor en psicología del consumo y profesor en universidades españolas. Según el experto una filia no tiene por qué ser mala y ejemplifica la normalidad de un coleccionador de sellos. Asimismo el psicólogo detalla que con los neófilos se puede describir todo un perfil que sirve igual a las empresas. Quienes aman lo nuevo en teléfonos de Apple son hombres de 35 a 40 años, con poder adquisitivo medio alto. Les une por otro lado, según Vinyals, el ser líderes de opinión en sus círculos y el conocer de tecnología.
El Clarín buscó también a la experta en economía y negocios, Nous Soler quien se centró en el comportamiento neófilo. La también académica detalló al diario cómo estas personas pueden mover cielo, mar y tierra por un iPhone nuevo. En días previos a la compra, explica Nous, los neófilos de Apple pueden experimentar sensaciones de placer por saber que estrenarán. Por otra parte en la práctica, relató, incluso hay casos de quienes viajan a ciudades distintas a las suyas para comprar un teléfono. Sin embargo, en contraste con el psicólogo Vinyals, la experta en economía y negocios, Soler, sí ve algo enfermizo en este tema. Los obsesionados, dice, no logran mantener un estatus, ni incidir en otros, pero sí son presos por los límites económicos.
La atracción por Apple en general, ha sido también analizada desde ojos distintos a la psicología: los de la sociología. Thomas Streeter es profesor de sociología en la Universidad de Vermont y ha investigado obsesiones de la población de estadounidenses. El éxito que ha tenido Apple, publicó al respecto en 2015, se basa en la historia del fallecido inventor Jobs. Esta, explicó, habla sobre un hombre que actuó contra lo que se esperaba de él y siguiendo sus propias pasiones. Al final, su historia encanta aunque la humanidad haya tenido científicos con inventos más útiles pero cuyas andanzas no interesan.
® Obsesión desesperada por el iPhone X
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