La disciplina en los niños es una responsabilidad que esta íntimamente relacionada con los padres. Según el psicoanálisis la forma en que el Yo se construye es a través del principio de realidad.
Ello quiere decir que en el momento en que un niño nace es un ser lleno de pulsiones (lo que coloquialmente podríamos conocer como instintos). Entonces esas pulsiones (energía) buscarán siempre el principio del placer. Es decir buscara el niño buscar una satisfacción inmediata.
De tal forma los padres a través de la participación como mediadores del principio de realidad frustrarán al niño. El niño de tal forma a través de la disciplina ira construyendo su Yo. Mas adelante vendrá la imposición única y neurótica de los padres a lo que se denomina Superyó.
El superyó formará aquellas enseñanzas únicas de la familia que en ocasiones serán exageradas o fantaseadas como más graves de lo que son por el niño. Esto lo llevará a la construcción de su personalidad y de una neurosis muy particular de acuerdo a lo aprendido dentro de la familia. El Superyó se construirá a partir de la conciencia moral (moralidad de los padres) y del ideal del yo (las expectativas de los padres).
El problema es que existe un tema muy trillado en la psicología actual donde se siguen tratando de dar las formulas exactas para la disciplina en la casa. La verdad es que ella depende de tantas cosas que es imposible predecirla o conocer la más adecuada. Incluso a mi parecer son como “huellas digitales familiares”, es decir únicas. Las cuales puedes ser muy diferentes y lo suficientemente adecuadas en muchas familias.
El asunto será determinar entonces cuanto es lo suficientemente bueno para dar como disciplina en los niños. ¿Es correcto castigar?. ¿Es correcto premiar todo el tiempo?. Y muchas más preguntas.
En la red encontrará todo tipo de consejos para implementar como disciplina en los niños. Habrá quien le diga que al niño se le deben de poner límites. Otros le dirán que negocie las cosas con el. Algunos más pensaran que gritar y golpear no es la forma. Otros le dirán que ponga castigos aunque algunos otro más le dirán que trate por la buena. En fin cada psicólogo terminará dando consejos muy personales y que dependerán de muchas situaciones.
Actualmente me encuentro muchas familias que no ejercieron una adecuada disciplina en los niños. Y a mi me parece que todo radica en el primitivismo que caracteriza a esas relaciones padre/madre e hijo. A mi parecer el problema es que todo radica en una incapacidad de los padres de poder intuir que es lo que pasa con el mundo interno de sus hijos. Lo que debería de ser algo natural esta interferido en la actualidad por necesidades de satisfacción narcisista de los padres. Es decir, la mama ya no quiere tener que aguantar un berrinche. El papa no quiere tener que salir a jugar con su hijo. La mama no tiene interés de saber que es lo que hace a su hijo ser como es.
Los papas cada vez dejan más la educación a los maestros, y poco se ocupan de ser padres. Si no se quiere ser padre, no se puede tener disciplina.
A la disciplina en los niños actualmente le falta un matiz. Y este es la capacidad del padre de poder contener y ayudar a integrar al niño sus emociones. El problema no es gritar. El problema es que si se grita y se lastima al niño, el padre sea capaz de lidiar con ese error frente a su hijo y lo ayude a comprender que fue lo que pasó.
Eso creo que es lo que debemos de reflexionar frente a la disciplina de los niños y a entender la subjetividad que siempre existirá en la familia.
CONOCE EL MECANISMO DE DEFENSA MÁS VISITADO EN LA PÁGINA
[kkstarratings]
Acerca del autor