Sigmund Freud ya lo hablaba en su escrito La Novela Familiar de los Neuróticos sobre la enfermedad en la familia. Pero ¿cómo llegar a tener una casa de salud mental familiar digna?. ¿Cómo podemos llegar a lidiar con esa neurosis familiar que afecta en nuestras vidas?. ¿Qué debería de cambiar algo?. Lo que si me queda claro, es que todos buscamos una casa de salud mental familiar. Una casa donde podamos vivir con una vida mental digna.
La realidad de la familia neurótica es que el individuo que crece dentro de ella, en algún momento iniciara un proceso. Un proceso de separación de la autoridad parental. Sin embargo ese es un paso que es uno de los mas dolorosos en el desarrollo del individuo.
El que dicho proceso sea más complicado de tomar para algunos, favorece lo siguiente. Que en muchas familias no se logre el cometido de dicho proceso. Es decir dejar la familia nuclear para dar paso a una elegida por la persona.
El niño en los inicios de su vida comienza por aceptar la autoridad parental. Dicha autoridad construye muchas identificaciones. Las cuales al niño le servirán más tarde, cuando tenga que hacerse cargo de su propia vida. De la correspondencia que dichas autoridades parentales brinden, dependerán los matices de la forma de relacionarse en pareja cuando este sea adulto. A situaciones como el abandono el sujeto vivirá dificultades de transición al momento de necesitar brincar de una familia a otra.
El caso de la neurosis familiar implica entonces que las vivencias que tiene el niño serán repetidas de alguna manera en su vida adolescente por la aparición de la sexualidad. Es decir el niño que sintió de alguna manera abandono de su madre, tendrá sentimientos similares cuando en la adolescencia busque entenderse con las mujeres.
Para lograr una casa de salud mental familiar digna habría que entender entonces lo siguiente. Si la neurosis familiar implica repetir vivencias que se tuvieron en el pasado con la experiencia de mismos sentimientos, entonces el tener una casa de salud mental familiar digna implicaría conocer lo que no se hecho consciente de la neurosis familiar.
Es decir, para que nosotros pudiéramos lograr una casa de salud mental familiar digna, necesitaríamos saber que problemas padece nuestra familia. Así tener una casa de salud implicaría trabajar en lo que menos nos habríamos dado cuenta hasta el momento que es un problema. Seríamos los menos capacitados para romper con la neurosis familiar.
De tal forma considero lo siguiente. Que la posibilidad de tener una casa de salud familiar tendría que ver con nuestra disposición de crecer. Solo la familia podría crecer hacia su objetivo si decidiera cambiar su forma de ser. Eso implicaría por tal motivo, considerar la apertura al análisis de su mente de una forma sincera. De una forma introspectiva. Con un interés al entendimiento de su subjetividad. La familia debería de considerar romper con todos sus esquemas del pasado. Necesitaría volver a configurar su dinámica ante el cambio.
Si estos planes y objetivos se pudieran llevar a cabo seguro habría un buen resultado. La familia que tendría la posibilidad de convivir de una manera mucho más sana. Una familia que decidiría trascender los puntos donde no había querido crecer. Suena maravillosa dicha posibilidad, ¿no es cierto?.
La realidad es que esta posibilidad puede ser un tanto útopica. Para que ello se pudiera llevar a cabo, probablemente más de uno de los miembros debería de estar trabajando arduamente por su salud mental.
Así pues quedemos con esa maravillosa fantasía de convertir a nuestra familia en una casa de salud mental familiar digna. Que así sea.
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