En la radio y la televisión poblana suena desde hace algunas semanas una peculiar campaña en contra de las adiciones. Se trata de publicidad oficial de la Secretaría de Salud Federal que busca hacer conciencia sobre un tema bastante latente. El mensaje en general que plantean es que entrarle al camino de las adicciones no es un juego a seguir. De manera directa las tres producciones hacen un llamado a la ciudadanía a no seguir por ese camino que plantean. Lo interesante, como veremos en esta entrada, es que muestran testimonios con tintes de realidad y que buscan la identificación.
La campaña de información que se ha hecho presente en los medios de comunicación de Puebla considera a tres sustancias. En específico a las adicción de una parte de los mexicanos a la marihuana, el alcohol y a la cocaína. Tres sustancias que además son consideradas como de considerable impacto según los estudios regulares que hacen las mismas autoridades federales. Algo de esto plantea la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) que busca plantear el problema.
Este estudio que recoge información estadística cada dos años se divide en consumo de alcohol, drogas no legalizadas y tabaco. De las tres consideradas dentro de la campaña abarca una sola sección dentro del análisis, pues aunque legal, es droga. En tanto que a la marihuana y a la cocaína se les incluye en la sección de drogas no legales. Sobre la primera de estas dos sustancias el ENCODAT de 2016 – 2017 la contempló como la más consumida entre mexicanos.
Ante estas consideraciones en las estadísticas federales es de entenderse por qué se eligieron esas tres drogas para la campaña. Como decíamos lo que se propuso lo Secretaría de Salud federal no fue sólo decirnos que son sustancias que dañan. Eso de alguna forma ya se considera como tema en programas de estudio de diferentes niveles de las escuelas poblanas. La aportación de esta publicidad oficial que resulta interesante es que son víctimas de adicciones quienes cuentan sobre sus experiencias. En la versión radiofónica no se mencionan los nombres, pero en los videos los vemos con todo y sus apellidos. Por supuesto que cabe la posibilidad de que sean actores y no se haga mención de ello, pero resulta impactante.
En el de la adicción a la cocaína vemos por ejemplo a un hombre joven de nombre Edgar Ramírez Durán. En apenas 30 segundos él nos platica su experiencia cuando empezó a consumir la sustancia estando apenas en sus veintitantos. «Dejé de estudiar, dejé de trabajar y estuve viviendo en la calle, perdí libertad que es lo más importante», cuenta. Como consecuencia del consumo de drogas agrega que llegó a perder el contacto y el apoyo de su propia familia.
Para el ejemplo del consumo de marihuana la Secretaría de Salud federal retoma la experiencia de otro hombre, Eliù Gil. También en pocos segundos él resalta cómo lo más impactante del consumo fue el abandonarse a sí mismo sin reaccionar. «Lo peor que me hizo hacer la marihuana es no hacer nada, pasarme un año postergando todo», relata el joven. Durante el tiempo que consumió la droga, agrega en su testimonio llegó incluso a olvidar el nombre de palabras coloquiales.
Por otra parte para el testimonio del alcohol la campaña recoge la experiencia de una joven de nombre Alma Mora. El consumo de bebidas que incluso llega a verse como parte de la convivencia socialmente aceptada, terminó para ella mal. «Tu misma adicción conforme va subiendo te va aislando entonces y termine sola tomando en casa alcohol y perfume», dice. como podemos ver en la anterior frase, el testimonio deja ver los extremos a los que puede llevar la adicción.
«El consumo de drogas (o alcohol) no es un juego, no empieces este camino», es la frase con que cierran.
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