Recientemente dos publicaciones sobre castigos de padres de familia hacia sus hijos se han hecho virales en las redes sociales. O lo que podríamos llamar castigos virales. Los efectos psicológicos de la crianza son ahora observables en las redes sociales.
La respuesta de la audiencia ha girado como en casi todos estos casos a la mala interpretación de lo observado. Esto, por supuesto, debido a que no se cuenta con la información completa del contexto y a distorsión del mensaje.
Como ya es costumbre en los videos , también se presta a la emisión de comentarios algunos con y sin sustento. Ninguno de estos dos ocurrió aquí, sin embargo sí se presta a reflexionar efectos psicológicos de la crianza en Puebla.
El primero de ellos ocurrió en Taiwan y se ha vuelto ya viral en todo el mundo tras su difusión. En él se ve a una madre haciendo que un niño de unos siete años se aleje de su vehículo. Con un paraguas lo ahuyenta de ella, se sube a su vehículo y comienza a manejar sobre una vialidad. El niño corre tras el auto, se trepa a la cajuela y se le escucha gritar que no volvera a hacerlo.
Si como espectador del video se experimenta un efecto psicológico de ansiedad para el menor vivir eso debió ser peor. Con la difusión de este mensaje vinieron todo tipo de interpretaciones erróneas que no abonaron nada a la actitud cuestionable. Una de las más virales fue que se abandonaba a un niño a petición de la pareja de la madre. La realidad fue que con esta medida la mujer trató de reprender al menor por un mal comportamiento que tuvo.
Sin duda y como ya lo decíamos, un caso que lleva a reflexionar efectos psicológicos de la crianza en Puebla. Sobre todo porque el mal comportamiento y el no saber actuar le puede pasar a los papás asiáticos y poblanos.
El segundo caso de imagines y texto ya virales sí sucedió en territorio mexicano, pero al norte, en Reynosa, Tamaulipas. Se trató de una madre que vistió a sus hijas con las ropas más desgastadas que tiene para enseñarle algo.
Le dio una caja de chicles y al frente puso una hoja con una leyenda que explicó porque lo hacía. «Vendo chicles porque no valoro lo que tengo», fue el letrero que generó tanto cuestionamientos buenos como malos de internautas. La propia madre de la niña explicó posteriormente en redes sociales por qué había tomado esta decisión que se difundió.
De acuerdo con la paterfamilia la niña no valora lo que tiene y suele cuestionarle con berrinches que ella trabaje. Con la venta de los chicles, explicó, no sacó más que lo básico para sacar lo que costaron los dulces. La venta se realizó con ella al lado de la niña hasta que se fue la última de las piezas.
De leer los comentarios, agregó, dedujo que mucha gente adulta cree que a los niños no hay que castigarlos ya. Que todo trae efectos negativos y que prácticamente que todo aquel que tiene un Facebook se cree ya un psicólogo. En suma este es otro ejemplo de la realidad que lleva a reflexionar efectos psicológicos de la crianza en Puebla.
Sobre los efectos psicológicos de lo castigos en los niños las visiones son variadas y se consideran los distintos impactos. Algunas de las consideraciones que vale la pena tomar en cuenta es que al imponerse dan una solución realmente temporal.
Otro de los aspectos que puede verse afectado con los castigos en la relación padre e hijo pues hay castigadores. En tanto que en el desarrollo de la personalidad se pueden observar efectos adversos como el tender a ser violento.
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