El amor entre poblanos en tiempos de Tinder podría parecer un tema de plática vano y para algunos incluso intrascendente. Las búsquedas de la red social desde servidores de la ciudad en Google, reflejan sin embargo que mueve varios corazones. O deseos sexuales o incluso, cómo lo reflejan las historias de quienes se han relacionado por ese medio: de aventura. Pero mas allá de una práctica de moda, el tema da para reflexionar qué pasa por la cabeza de usuarios. Como toda decisión y aspiración en la vida, el registrarse y participar de la red social tiene una explicación psicológica.
Para entender el impacto de Tinder se necesita partir del punto en que la red social se lanzó en 2012. Asimismo, resalta la conjunción de cuatro factores claves: el descubrimiento social, el rol de juego, la ubicación y la mensajería. La fórmula fue tan buena según sus creadores, que en su primer año logró un crecimiento de 600 por ciento. Crecer, no lo fue todo para la aplicación estadounidense y entre sus retos ha estado el permanecer como una preferencia. Esto ante un panorama de crecimiento de aplicaciones para conocer personas para concretar encuentros entre quienes desean entablar nuevas relaciones. Su competencia va de redes donde se diseñan vidas paralelas a la real, hasta acuerdos de adulterio como una aventura. Tinder es más simple y une parejas que respectivamente han dado like a sus perfiles, entre cientos de los mostrados.
Por lo que ofrece y la forma de operar de la aplicación de relaciones, Tinder responde a varios estímulos psicológicos. Por un lado está el tema del coqueteo virtual que permite actuar desinhibidamente como a algunos se complica en persona. El tema de los mensajes es también relevante pues se ha demostrado que estar pendiente y recibirlos, estimula el cerebro. Al depender los perfiles que se muestran de la ubicación geográfica de los usuarios, aumenta el factor del jugueteo temporal. Unas vacaciones o un viaje laboral fuera del lugar de estancia regular se presta entonces a poder experimentar algo diferente.
Historias de estas ultimas relacionadas con la red social de relaciones interpersonales se pueden conocer de lejos y mas cerca. Para algunos será solo una anécdota que se lee por ahí en internet dentro de las muchas reseñas de Tinder. Otros pueden conocer amigos que vivieron o vivir la experiencia de contactar desconocidos en un lugar distinto a la residencia. Al final se resume en una forma fácil de vivir algo distinto sin que exista un compromiso en el futuro.
Jugar con Tinder, es importante reflexionar, debe de verse más allá de los estímulos psicológicos y considerar para ello previsiones. A lo largo de su lustro de historia ha sumado en todo el mundo anécdotas que deberían alertar a usuarios. Uno de los casos internacionales fue el del ex asesino de una exnovia adolescente que ya libre abrió su cuenta. En Puebla por otra parte fue conocido el caso de una joven que fue asaltada por su propia cita romántica. Tras darse mutuos likes, Tinder puso en contacto a la pareja, charlaron y se citaron en un bar para conocerse. La cita empezó bien pero mientras que la chica fue al baño el hombre robó su celular y su cartera. En concreto, a él le gustó más que una foto y al final acabó boletinado como ratero en otras redes.
Con Tinder y sus efectos psicológicos, han pasado apenas sus primeros cinco años y per ahora hay algunas preguntas abiertas. ¿Crecerá?, ¿Se conservará?, y una de las más importantes, ¿cambiará significativamente las formas de las relaciones intetpetsonales entre las parejas?
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