En últimas semanas a los mexicanos nos han soltado en los medios noticias desgarradoras sobre las fosas clandestinas de Veracruz. La existencia de decenas y decenas de cuerpos irreconocibles en trailers, porque ya no hay cabida en las instalaciones forenses. Todo ello parecía ya de un nivel máximo hasta que este fin de semana la realidad se hizo más evidente.
¿La razón? la publicación de imágenes de las prendas de ropa que las autoridades veracruzanas han encontrado en dichas fosas. Como ya lo veremos en este texto la decisión de exhibirlas tiene que ver con el derecho a la verdad. En este blog sin embargo, se intentará reflexionar sobre la aportación que hace la psicología en toda esta crisis mexicana.
Pero, ¿qué tiene esta nueva publicación sobre las fosas clandestinas de Veracruz que tan cruel ha reflejado a la realidad? Es un portal del gobierno federal en internet que exponen las evidencias de la Fiscalía General del Estado de Veracruz.
Hasta el sábado se contabilizaban más de 800 prendas de vestir, algunas más enteras que otras, halladas entre los cuerpos, Según lo advierte el sitio del registro fotográfico, la exposición obedece a garantizar los derechos de las familias de desaparecidos. En específico a lo previsto dentro de la Ley General de Víctimas así como a otra legislación todavía más amplia. La General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y Sistema Nacional de Búsqueda de Personas. Ambas prevén garantizar el derecho de las familias a la verdad y que dispongan de herramientas para identificar seres queridos.
Por supuesto que echar un vistazo al registro fotográfico de prendas de las fosas clandestinas de Veracruz es bastante fuerte. Por un lado porque entre la ropa que clasifican se observa lo que podría usar un niño o un bebé. Pero también están las prendas de mujeres y hombres jóvenes y adultos, lo que podría ponerse cualquier mexicano o mexicana. La ropa interior, pantalones de mezclilla, playeras de uso diario, se muestran prendas con y sin marca, también las tallas.
Esto es sin duda una forma de recordaros que la violencia no es algo frío ni ajeno aunque nos acostumbremos. Y es justo en este punto donde vale la pena preguntarnos qué es lo que tiene que ver la psicología en esto. Lo interesante es que ayuda a dar respuestas y de alguna forma se convierte en un bálsamo para las familias.
Aún antes de difundirse las fotografías de las fosas clandestinas de Veracruz ya el gremio de psicólogos mexicanos había reaccionado. En agosto pasado se expresó sobre las fosas clandestinas el vicepresidente Psicólogos Sin Fronteras en México, José Antonio Vírseda Heras. Esto, durante el primer encuentro nacional de la organización que se realizó en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
El especialista explicó que una de las pérdidas más fuertes que puede enfrentar una persona es la de un hijo. Aunado a la crisis que algo así puede representar, agregó, con los desparecidos no se cierra el proceso de duelo. No existen, detalló Vírseda Heras, evidencias de desaparición y se mantiene una fuerza desgastante entre la esperanza y la verdad.
Ante situaciones como esta la organización ha logrado ocupar espacios representativos dentro de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Y es que además del duelo no cerrado, como profesionales de la salud consideran que las familias enfrentan otros problemas. Uno de ellos, de acuerdo con el especialista es el de la re-victimización por parte de las autoridades que atienden. Como vemos el tema es amplio, sin embargo este es un primer acercamiento para entender el rol de la psicología.
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