El proceso electoral es un periodo de reflexión política que a muchas personas puede resultarle interesante y a otras no. Como hemos visto en post anteriores es un tema que se presta a varios temas a discutir incluso de psicología. Uno de los más polémicos en cada periodo de elecciones de gobernantes y con amplias relación es la Ley Seca.
De entrada el vínculo con el campo de es estudio del comportamiento humano podría parecernos por lo menos algo extraño. Sin embargo hay más relación de la que pudiéramos imaginarnos por la forma en que los ciudadanos consumen bebidas alcohólicas. Para el interés de este blog, resaltan en específico los problemas de alcoholismo de los poblanos ante la Ley Seca.
Esta ley tan sonada está prevista en las reglas que rigen las actividades previas a cada proceso electoral en México. La restricción consiste en prohibir la venta de bebidas alcohólicas en las 48 horas previas al día de jornada electoral. Hecho que en este 2018 sucederá el próximo domingo 1 de julio y que en Puebla considera todos los puestos. La prohibición de venta y consumo obedece a una búsqueda de las autoridades por mantener en control el orden público.
Se considera que con esta limitante se reducen las posibilidades de desviar la vigilancia a delitos y faltas administrativas vinculables. Así las fuerzas policiales y otras áreas de gobierno que con regularidad atienden situaciones relacionadas con alcohol atienden lo electoral.
Pareciera una disposición fácil de entender y de entrada uno no pensaría en oponerse a que se aplique la regla. La realidad empero es que genera afectaciones a los sectores comerciales y también deja inconformes entre quienes consumen alcohol regularmente. Las evidencias las veremos líneas más adelante y demuestran os problemas de alcoholismo de los poblanos ante la Ley Seca.
Para entender la oposición que hay a este lineamiento basta ver una petición que esta semana hicieron comerciantes al gobierno. Se trata de integrantes de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) que lanzaron una petición al ayuntamiento que la aplica.
La petición fue muy clara, que las 48 horas se reduzcan a 24 y que no aplique a ciertos negocios. En específico a los que venden alimentos y que incluyen alcohol dentro de la oferta de las bebidas a consumir. La justificación de los comerciantes es que estamos en plena Copa del Mundo FIFA 2018 y todas las pasiones generadas. Al mundial se suma además que es el periodo de las graduaciones, es fin de semana y se afectan ventas.
El exhorto lo hicieron los comerciantes poblanos apenas el lunes y por los tiempos parece inviable que logren alguna modificación. Con todo esto podemos ver que los problemas de alcoholismo de los poblanos ante la Ley Seca tienen carácter comercial.
La cosa no queda ahí y también podemos ver las críticas ciudadanas en noticieros, redes sociales y hasta en memes. Y es que como reza el popular dicho mexicano, entre broma y broma la verdad se asoma, una verdad adictiva. Siendo objetivos se trata sólo de 48 horas en las que las bebidas alcohólicas no están a la misma disposición.
Se trata además de una ley que se aplica cada dos o tres años según la renovación de cargos públicos. El alcohol puede consumirse de todas formas en lugares privados y en el entendido de almacenar cantidades razonables para ellos. El sentirse presionado por dos días sin el mismo fácil acceso a la cualquier cantidad de bebidas puede reflejar alcoholismo. Como ya veíamos es un periodo de muy pocas horas y no resistirlo puede hablarnos ya de un nivel adictivo.
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