Que Puebla sea reconocido por ofertas para jóvenes y uno de los estados más grandes poco impacta en combatir adicciones. Desde hace 48 años el gobierno federal cuenta con un sistema para atender a los jóvenes adictos a diferentes drogas. Se trata de los Centros de Integración Juvenil, una asociación civil ligada al trabajo que realiza la Secretaría de Salud. Según la ficha más actualizada del proyecto a casi cinco décadas de apertura cuentan con un total de 117 espacios. Lo que le toca a Puebla para atender los males que se vinculan con la psicología es sin embargo poco. Sobre todo, si se toman en cuenta las características de la entidad y lo que sucede comparando con otros estados.
De acuerdo con una revisión al portal de los Centros de Integración Juvenil, los poblanos cuentan sólo con dos sedes. La primera se encuentra, por supuesto, en la capital estatal y la otra en Tehuacán, el segundo municipio más grande. Al igual que Puebla, hay otros siete estados con sólo dos espacios para atender los problemas psicológicos de la adicción. Estos son Baja California Sur, Hidalgo, Oaxaca, Durango, Sonora Veracruz y también está en la lista el caso de Yucatán. Por debajo de estas entidades se encuentran con un solo centro para atender a la juventud adicta, otras ocho entidades. La lista detallada abarca a Aguascalientes, Campeche, Morelos, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco y el vecino estado de Tlaxcala.
Pero, ¿Están otras entidades mexicanas mejor atendidas que esta lista de 18 estados que incluyen Puebla? La Respuesta es sí. El resto de los 16 estados cuenta con una oferta que va desde tres Centros de Integración Juvenil, hasta 18. En primer lugar, con esta última cifra, lo tiene la capital del país recientemente nombrada simplemente como Ciudad de México.
En el listado del gobierno federal se observa que algunas de las delegaciones que lo integran tienen dos como Puebla. Después de la capital, se encuentran con 10 centros el Estado de México; seguido de los 9 que tiene Sinaloa. El listado continúa con 8, de Jalisco; 6, de Nuevo León; y con cada una, Baja california Norte y Coahuila. En el grupo de 4 centros cada uno, se encuentran por otro lado Chihuahua, Guerrero, Quintana Roo y también Zacatecas. En tanto que con sólo tres espacios para atender las adicciones cada uno están Colima, Chiapas, Guanajuato, Michoacán y Tamapulipas.
Del análisis destaca no sólo el hecho de que Puebla sea un estado con pocos espacios para atender drogadicción juvenil, En realidad, se pueden hacer varios comparativos interesantes con lo que aquí no pasa y sí sucede en otros estados. Exceptuando a Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León que también nos superan en población, hay ejemplos a refelxionarse seriamente. Uno de ellos podría ser el estado de colima que en población y superficie es mucho menos a lo que tiene Puebla y aún así cuenta con un centro más. También está el caso de Quintana Roo que tiene 11 municipios frente a los 217 de Puebla y tiene el doble Centros de Integración Juvenil como ya se observó previamente.
El número mayor de centros en estados con presencia de narcotráfico como lo es Sinaloa, que suma nueve, genera interrogantes. ¿Puede esta situación económica y social haber generado la necesidad de más espacios que en un estado como el poblano? Con todo y que Puebla sea de las que menos espacios tiene frente a otras localidades del país, hay atención. A futuro podría pasarle como a otros estados que en casi cinco décadas se han extendido a sus ciudades principales.
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