En sólo un mes se han hecho públicos dos casos de médicos de Puebla que perdieron la vida por suicidio. Repetir los nombres que difundieron ya los medios de comunicación que no toman en cuenta la privacidad no tiene caso. Basta recordar que en uno de los casos se trataba de una doctora que hacía su especialidad en la entidad. Mientras que el segundo caso fue el de un alumno de semestres avanzados que primero se reportó como un desaparecido.
En el primero de los casos la incorrecta difusión de su carta de despedida dejó ver que sentía presión laboral. En cuanto al joven sólo se sabe que por las características en que encontraron su cuerpo hay señales de suicidio. Un tema tan amplio como este tiene varios aspectos de los cuales se podrían hacer las reflexiones desde la psicología.
Uno que resulta interesante y que se eligió para esta entrada se relaciona con las presiones que los médicos enfrentan. En específico con aquellas que podrían considerarse como maltrato durante su formación, primero como médicos generales y después como especialistas. La palabra maltrato podría prestarse para pensar en subjetividades, sin embargo, como veremos, el tema ha dado para investigaciones serias.
Una investigación para entender casos de médicos de Puebla que perdieron la vida por suicidio es de la Universidad Panamericana. Para ser específico de su Escuela de Medicina que dedicó una publicación a identificar qué ocurre en las residencias médicas.
El estudio de 2017 se centró en médicos residentes que hacían su especialidad en algún nosocomio del Estado de México. El mismo se realizó mediante una encuesta realizada a 143 sujetos de investigación mediante un formulario que se difundió electrónicamente. Lo que este buscó fue medir la percepción de maltratos tanto psicológicos, como físicos, académicos e incluso de tipo sexual.
Para medir la percepción del maltrato se utilizaron 107 preguntas, se consideró la descripción de las situaciones y variables socioeconómicas. Entre los resultados destaca con un 78 por ciento de los casos el maltrato psicológico que definen como de humillaciones. Respecto al maltrato académico 50 por ciento refirió padecer guardias de castigo y un 40 que se les negó enseñanza.
El maltrato físico pareciera tener cifras menores frente a los anteriores, sin embargo son alarmante por la descripción de clasificaciones. El 16 por ciento dijo haber recibido golpes, al 35 lo privaron de alimentación y al 25 idas al baño. Como si estas situaciones no parecieran suficientes se suma que a un 21 por ciento los obligaron a beber alcohol.
Las consecuencias de estos maltratos también fueron medidas como parte del cuestionario y destacan las que tienen una relación psicológica. El 89 por ciento, es decir 9 de cada 10, padecieron el Sìndrome Burnout que se define como estrés laboral. La siguiente cifra más alta fue de un 78 por ciento con ansiedad y un 71 de ellos sufrió depresión.
Por otro lado se determinó que en un 58 por ciento de los casos se generó mala atención a pacientes. Quienes maltrataron fueron recientes de mayor jerarquía y médicos de base, lo hacen frecuentemente y con ello afectan derechos humanos.
Por si solos estos parámetros descritos no explican los casos de médicos de Puebla que perdieron la vida por suicidio. Sin embargo sí pueden ser factores que se sumen a otras condiciones psicológicos de quienes plantean el suicidio en crisis.
Al final no todos los médicos en formación viven en las mismas condiciones como para hacer frente positivamente el maltrato. Varían los recursos psicológicos con los que cada uno cuenta y también las redes de apoyo para enfrentar situaciones críticas.
Esto también nos hace considerar si los médicos durante su formación realmente entendieron la neurofisiología de la depresión.
CONOCE
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