Una realidad sucede en el tema de la adicción. Esto es que muchas personas van muchas veces por un nuevo Centro de Rehabilitación de Adicciones. En muchas ocasiones he oído personas que han tenido hasta 36 internamientos en un Centro de Rehabilitación de Adicciones. Eso implicaría casi haber estado todos los años de su vida en un lugar para tratar su adicción.
Las personas con alguna adicción en muchas ocasiones han pasado por clínicas particulares, grupos de AA, Anexos entre otras opciones. La realidad parecería ser que para rehabilitarse se tendrá que pasar por mas de un Centro de Rehabilitación de Adicciones. Lo anterior suena algo nada esperanzador, pero es lo que diariamente sucede.
De hecho en información en la pagina del NIDA, nos dejan claro que las personas que se contemplan en un proceso de rehabilitación, vivirán indiscutiblemente las recaídas. Se entiende incluso como parte del proceso. El problema es que la familia o piensa que con un Centro de Rehabilitación de Adicciones será suficiente. O piensa que ya no quiere probar un Centro de Rehabilitación de Adicciones más.
Ahora bien la pregunta es: ¿Es necesario otro Centro de Rehabilitación de Adicciones?. La pregunta es muy compleja y los familiares de personas adictas me lo han preguntado desde que llevo trabajando en adicciones.
A mi parecer dicha pregunta implica entender que los centros de rehabilitación no son lugares de cura. Precisamente son lugares de rehabilitación. Rehabilitarse por otro lado implicará la disposición de la persona. La capacidad de su terapeuta o del Centro de Rehabilitación de Adicciones. O hasta el hartazgo ante la enfermedad. Así pues, tantas otras cosas por mencionar. Rehabilitarse es un proceso.
Mencionan que el entendimiento de la persona codependiente comienza cuando da el primer paso. “Aceptamos que éramos impotentes ante (la adicción) de nuestro familiar y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”. Esto en su profundidad nos hace entender que no tenemos la capacidad de poder controlar sus acciones o decisiones. Tampoco podríamos dar por un hecho que nuestras vidas con ellos serán gobernables.
De tal forma sucede que no sabremos nunca si esta es la ultima vez que nuestro familiar adicto tendrá que internarse en un Centro de Rehabilitación de Adicciones. Lo que en realidad podemos hacer es vivir en el presente y hacerlo de la mejor forma que podamos.
La posibilidad que existe a nuestro alcance es entender que, como familiares, podemos establecer los limites que nos permitan tener una distancia sana con nuestro familiar adicto. Es decir, necesito saber si para mi es posible acompañar o no a mi familiar en este nuevo internamiento.
Otro internamiento significa algo para ellos, no para nosotros. En nuestro caso solo decidiremos acompañarlos en ese sentido. Decidiremos por cuestión personal y por amor ir junto con ellos en ese proceso.
El proceso de crecimiento y de rehabilitación de una adicción es algo personal. Digamos que es un camino propio que el adicto decide recorrer. En ocasiones todos quisiéramos que este proceso fuera más rápido y con resultados prontos. Pero como se sabe, la rehabilitación es un proceso lento y frustrante. Para todos.
Invito a todos los que están viviendo la rehabilitación, que consideren que lo relevante no son los internamientos que se tengan. Lo importante es que todos entendamos que es una enfermedad sobre la que no tenemos control. Simplemente nuestra decisión de luchar contra ella todos los días. Por supuesto que la decisión de permanecer en sobriedad será lo que nos mantenga en el camino correcto. Eso será lo más importante en el día a día. Así que a trabajar contra la enfermedad.
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