Llevo mucho tiempo trabajando en la Rehabilitación de Adicciones. Y durante todo este tiempo me ha tocado trabajar en diversos modelos de tratamiento. Sin embargo una premisa es para mi la más importante que es la siguiente. Si una persona necesita rehabilitarse necesita solo querer rehabilitarse. Es así que solo es querer.
Los internamientos que suceden para muchas personas con alguna adicción en muchas ocasiones son en contra de su voluntad. O a causa de una consecuencia externa a una decisión propia de rehabilitarse. Así me he dado cuenta a lo largo del tiempo que las personas que no quieren rehabilitarse no tendrán una rehabilitación de adicciones. Y esto es tan simple como que el no querer forma un punto muy importante, incluso ante la circunstancia de que los especialistas hagan todo su esfuerzo por trabajar en la modificación de la conducta adictiva.
Una de las formas de rehabilitación de adicciones en la que verdaderamente creo es en la del modelo de Comunidad Terapéutica. ¿Porqué?. Bueno porque he encontrado que es uno de los auténticos tratamientos donde la selección del residente depende de que tenga un interés genuino por rehabilitarse de su adicción. Incluso al grado de que el residente tiene que cumplir con un periodo de prueba. Donde se le aceptará para que pueda formar parte de esa comunidad. ¿A caso no es interesantísimo un criterio de selección de personas para rehabilitarse?
Obviamente en el momento en que esta condición se da, nos encontramos ante un verdadero ambiente de rehabilitación. En un modelo de Comunidad Terapéutica podemos saber que todo funcionará siempre. Porque las personas realmente están deseando cambiar su forma de vivir. Esto no quiere decir que no existan dificultades. Sin embargo las cosas negativas son menos graves cuando se entienden desde un ambiente realmente positivo.
Querer, es algo indispensable. Si no quieres, simplemente tienes la opción de abandonar un tratamiento. Generalmente las personas adictas cuando llevaban su vida al lado de las sustancias psicoactivas, solía utilizar a las mismas como medio de evasión de la realidad. Así el no querer simplemente los hacía huir una y otra vez del sufrimiento. La sustancia les servía como un medio para escaparse de lo que no era placentero, para llegar a buscar una sustancia que les generaría placer. Eso sí a un alto costo.
Sin embargo cuando se dieron cuenta de que querían cambiar para dar paso a la rehabilitación de su adicción, fue cuando verdaderamente enfrentaron sus problemas. Querer se convirtió en sinónimo de rehabilitar. Solo queriendo es posible lograrlo. Pero muchos dejaron de querer hacerlo.
Para mí otra cosa interesantísima es el apoyo del grupo. El crecimiento y entendimiento de la enfermedad adictiva ha funcionado gracias a muchas personas que han compartido su debilidad ante las sustancias psicoativas. Esta comprobado en AA y en cualquier otro modelo de intervención en adicciones. El grupo y la consciencia colectiva de que la adicción es una enfermedad que ha afectado a millones de personas, ha permitido a muchos cambiar.
Si me volvieran a preguntar otra vez, como me lo hacen muchas veces en el año ¿Puede ayudar a mi familiar a recuperarse?. Yo les contestaría lo siguiente. La única manera en que puedo ayudarlo es que quiera hacerlo. Siempre que algún paciente entre a una consulta conmigo y quiera rehabilitarse, se estará logrando esa magia.
Mas adelante, esa magia requerirá de mucha reflexión y de trabajo psicológico. La mente se tendrá que analizar. No será simplemente el hecho de hacer catarsis y hablar. Significará que todo lo que se hable tendrá que ser analizado. De una forma concisa. Y así también tendrá que ser integrado. Por que si no entonces, la rehabilitación de adicciones no se dará.
Si necesitas ayuda, no dudes en buscarme. Seguramente encontrare una manera para poder ayudarte.
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