Esta semana se cumplió un mes del sismo del 19 de septiembre que afectó a Puebla, Morelos y Ciudad de México, junto con reflexiones. Entre ellas una que vale la pena mirar desde la perspectiva de la psicología, la comunicación e incluso la historia. “No fotos respeto a las víctimas. ¡Gracias México!”, se escribió en una manta que cercó una calle en La Condesa. “No fotos, no (videos), (selfies). Respeta nuestro dolor. Gracias x apoyar”, se escribió en otra colonia de la capital mexicana. Varios letreros de estos se hicieron virales entre fotógrafos amateur y profesionales, el tema llegó a la discusión de especialistas. Pero no especialistas cualquiera sino de aquellos inspirados en retratar la memoria colectiva sin hacer excepciones ante el duelo psicológico.
Hoy la Fundación Pedro Meyer, creada en honor al fotógrafo contemporáneo, organizó un foro para reflexionar al rededor del tema. La decisión no es casual y no obedece sólo a que se trate de un espacio reconocido de fotografía mexicana. No, Pedro Meyer fue quien dejó a México y al mundo grandes fotografías de otra tragedia, la del terremoto de1985. “Vale la pena reflexionar, sobre todo que muchos de ustedes no lo vivieron, o eran demasiado pequeños”, expresó en 2010.
Inauguraba el fotógrafo ese año una exposición de imágenes, muchas inéditas, sobre cómo él vivió los hechos con su lente. Las imágenes de ese 1985 en la Ciudad de México, son de amor en medio de ruinas y la solidaridad. Retrató también el ingenio mexicano para reconstruir México, a los muertos y a lo que quedó de vida entre desechos. Son varias y llevan desde que existe internet dando vueltas sin que alguien hubiera, como ahora reclamado, respeto al dolor. Como Meyer lo dijo, están ahí para no olvidar qué pasó, y ahí se puede discutir lo del duelo psicológico.
Aún antes del foro, en redes sociales de proyectos de Meyer y de fotografía, comenzó la discusión con opiniones encontradas. Fotógrafos documentalistas y periodísticos defendieron la actividad y resaltaron métodos para acercarse a las personas que pasan por algún dolor. Un ingeniero civil aficionado a la cámara contó que el había tomado imágenes y que estas tendrán un fin futuro. Quienes no son fotógrafos acusaron la tendencia al morbo y criticaron las fotografías a los letreros descritos hace unas líneas. “Ni con letreros entienden”, fue una crítica de sólo cuatro palabras que refleja un hartazgo por las fotografías y fotógrafos.
Como se registra tan sólo en opiniones que generó el anuncio del foro, el dolor se ve desde diferentes ojos. Explicado esto desde el duelo permitiría identificar el fenómeno en diferentes etapas en que este se clasifica según la psicología. De manera general, la teoría al respecto señala las fases de negación, enfado, negociación, dolor emocional y finalmente la aceptación. Lo que más se acerca al tema de inconformidad de fotos es la negación de la realidad que se vive. Por otro lado hay también un enfado ante esos mismos hechos en los que se encuentran quienes viven un duelo.
El dolor emocional puede también estar presente entre quienes hacen esa petición a quienes se llevan en cámaras los recuerdos. En contraste, quienes toman imágenes realizan un proceso de negociación al encontrar ciertos pros en el proceso de perpetuar realidades. De alguna forma, también atraviesan un proceso de aceptación al aceptar la situación y generar un cambio ante la pérdida. Visto todo este tema del duelo psicológico se puede explicar que la fotografía que a unos duele a otros, ayuda. Al final, las imágenes tomadas en torno al sismo del 19 de septiembre retratan la realidad de la vida derrumbada.
® Sismo del 19 de Septiembre: Pedro Meyer
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