La adicción a compras predecembrinas es algo que México copió de Estados Unidos y ha adaptado en últimos años. En el caso mexicano hablo por supuesto del Buen Fin que vivimos el fin de semana antepasado con tiendas llenísimas. Mientras que del país del norte, el modelo que se intentó copiar es el Black Friday realizado en días pasados. Ya sea en México o en Estados Unidos, ambas prácticas comerciales se aprovechan de impulsos de algunos por las compras. Asimismo destaca el vínculo que estos días de compras masivas tienen que ver con las emociones de las fechas decembrinas. Sin duda, una combinación de factores que al sumar la adicción, tiene un vínculo con la psicología apto para reflexionarse.
Para entender la adicción a compras predecembrinas y la relación guardada con la psicología veamos primero de qué tratan. Como ya lo decía líneas atrás, el caso del mexicano Buen Fin trató de ser una copia del modelo estadounidense. En 2018 celebró su octava edición y es cada vez más común en ciudades mexicanas su promoción desde cámaras empresariales. Las similitudes se basan en el periodo predecembrino de su realización y en durar tres días, de viernes a domingo. En este caso las fechas de la actividad se han hecho coincidir con el puente del Día de la Revolución. Las promociones del proyecto comercial se basan de manera general en ofertar productos con descuentos frente a los precios regulares.
Ahora veamos de qué trata el Black Friday o el Viernes Negro para entender la adicción a compras predecembrinas. Aunque no existe historia exacta, varios medios coinciden en que se originó en Filadelfia en los cincuentas del siglo pasado. Los comerciantes minoristas de ese lugar en el mapa aprovecharon el viernes posterior al popular jueves de Acción de Gracias. Con un juego deportivo programado en esa fecha y la necesidad de compras decembrinas pusieron productos en descuento atrayendo consumidores. Al pasar los años la práctica no sólo quedó en Filadelfia y en Nueva York hasta se creó un desfile. En torno al Black Friday hay mitos de carácter racial o que se relaciona con voltear números rojos de comerciantes.
Ahora pues, en la frontera mexicana con Estados Unidos hay otro fenómeno intermedio sobre la adicción a compras predecembrinas. Nada menos se puede echar ojo a las noticias que sobre el tema de compras, se generaron la semana pasada. Y es que el Viernes Negro es todo un dolor para las aduanas de ambos países por mexicanos que compran. Los problemas son cada año, pero ahora se sumó el resguardo que se hace por la numerosa Caravana Migrante Centroamericana. Entre las medidas que se tomaron en las aduanas destacó una fila exclusiva para el paso de ciudadanos fronterizos mexicanos. Al final, para el gobierno estadounidense resultó tan importante blindarse de centroamericanos, como garantizar la derrama económica al Black Friday.
Como podemos ver en el Buen Fin, el Black Friday y el fenómeno fronterizo hay adicción a compras predecembrinas. Al final se ha demostrado que lo que el consumidor encuentra en esas fechas no son realmente las grandes promociones. En los mejores casos se pueden encontrar rebajas considerables en productos que se encuentran catalogados como saldos, pero son atractivos. Sin embargo está también la posibilidad de que lo que se oferten sean los mínimos descuentos y meses sin intereses. Es ante esto último donde se puede reflejar el instinto compulsivo por comprar y al haber euforia no evalúen riesgos. Es por eso que en México es cada vez más común ver campañas para que la gente proteja su cartera.
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