La tecnología ha avanzado a niveles que no había imaginado la humanidad, pero ¿se ha llegado a leer la mente? Ese ha sido uno de los ganchos con los que se publicitan varios estudios científicos en los medios de comunicación. Sin embargo, afirmarlo puede ser una realidad a medias pues hay posturas de especialistas que advierten que es aún imposible. Que lo que en realidad se tiene ahora tiene que ver con que se conoce un poco más al cerebro. El tema es por supuesto interesante para analizarse desde espacio de reflexión sobre los tópicos que interesan a la psicología. Para ello, me centraré en un artículo en el que la BBC recogió las posturas de diferentes actores de renombre.
El texto del medio inglés sobre incógnitas de la afirmación de leer la mente fue publicado hace ya cuatro años. Empero, no ha perdido vigencia y su premisa es importante pues son frecuentes los engaños a quienes leen sobre ciencia. El título es simple y sencillo, pero en verdad contundente para invitarnos a reflexionar: “¿Realmente se puede leer la mente?”. Como ya lo decía líneas atrás, el texto parte de cuestionar si son verídicas esas noticias que leemos a diario. Nada más representativo según lo plantea la BBC, encabezados en noticias que nos hablan de descubrimientos en torno al cerebro. Junto a esos textos, hay también imágenes con alguna imagen del órgano iluminada de colores para ilustras que hay hallazgos.
Algunas de esas imágenes con que afirman leer la mente son de resonancias magnéticas funcionales o conocidas comúnmente como IRMf. Esos estudios, advierte sin embargo el investigador Matt Wall del Centro Innova para imágenes del cerebro, registran oxigenación por regiones. La también investigadora del University College London, Molly Crocket agrega que, aunque son útiles, están lejos de leer la mente. Según su explicación son estudios que dicen algo del cerebro, pero el público lo que quiere es entender la mente. Para explicarlo cita como ejemplo un artículo que plantea que lo usuarios realmente sienten amor por sus teléfonos inteligentes iPhone. Y es que algunos científicos detectaron un vínculo entre videos del aparato y la actividad del área cerebral del amor.
Ese ejemplo parecería el perfecto para plantear que con la tecnología existente se puede leer mente, ¿no es así? Pero lo que explica Crocket es que esa misma área cerebral activada también se ha definido como el “circuito del odio”. Otra clasificación más de ese punto que el artículo relaciona con amor al iPhone es el centro de adicción cerebral. Sobre ese tipo de ejercicios científicos que plantea el artículo, Jack Gallant de la Universidad de California sí plantea decodificar. Un equipo de esa universidad hizo un estudio en el que se expusieron videos a voluntarios para ver activaciones cerebrales. Lo que el autor reconoce es que en realidad no se puede hablar de leer la mente pues la desconoce.
Si bien los investigadores del artículo de la BBC advierten imposibilidad de leer la mente, sí ven otros resultados científicos. Uno de ellos está relacionado con que esas imágenes ayuden a medir la conciencia a partir de interpretar la actividad. Al respecto el investigador de la Universidad de Cambridge, Srivas Chennu explica que se puede diagnosticar tras lesiones y sedación. A todo lo ya expuesto también se agrega la interesante perspectiva de Martin Dresler del Instituto de Psiquiatría Max Planck. Desde Alemania el investigador explicó que una de las mayores dificultades de interpretar es que los cerebros no son iguales. Ahora, detalla, los estudios permiten detectar patrones, pero leer pensamientos y emociones específicas sigue siendo realidad, pero en ciencia ficción.
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