Cuando una persona busca ayuda por internet, es muy probable que busque conseguir ayuda psicológica gratuita. El cuestionamiento ante esto es si verdaderamente tendría sentido buscar este tipo de ayuda en México.
Una realidad general del país es que a mi parecer no existe una infraestructura solida de oferta de psicólogos clínicos que trabajen para el estado. Si bien hay hasta cierto punto servicios concentrados como el INPRF, cuando hablamos de la diseminación en el sistema de la ayuda psicológica gratuita, nuestro sistema deja mucho que desear. Tenemos por supuesto al sistema DIF también como una ayuda muy importante, sin embargo sigue siendo insuficiente.
Consideremos por ejemplo que el acceso a ciertas especializaciones en psicología en ocasiones no es tan buena. Y eso podría estarlo ofreciendo el estado.
Ahora bien más allá de lo que podamos considerar por parte del estado como oferta psicológica , pienso lo siguiente. En un sistema de salud como el que vivimos muchas personas solicitan ayuda particular. Pero es en esa necesidad de ayuda particular donde encuentro que existe la fantasía de ayuda psicológica gratuita.
Esto a mi parecer significaría que no queremos pagar por un servicio profesional privado. Tenemos expectativas altas, entendemos un sistema no tan bueno, pero no estamos dispuestos a pagar.
Es entonces donde creo que nos encontramos con un tema que va mas allá de los servicios psicológicos que se ofertan. Y esto es en lo respectivo a la devaluación de la profesión o del proceso mismo de la persona. Y es que esto es algo que se analiza mucho. Por ejemplo cuando ciertos profesionales de psicoanálisis abordan el tema del valor del proceso.
Se menciona por ejemplo que una persona que devalúa su proceso se devalúa a sí misma. Esto quiere decir que la importancia que tiene el proceso, es el valor que le da esto simbolizado en el valor del costo de la terapia.
Es decir, tu puedes recibir una ayuda de cualquier tipo de parte de un profesional. Y esta puede tener cierta calidad. Sin embargo el tema no esta en la calidad recibida. Eso podrías tu determinarlo permaneciendo o no con un psicólogo. El problema radica en que cuando tu eliges psicólogo y te sientes a gusto con el trabajo, tu puedes creer que eso vale una u otra cantidad de dinero. Es entonces ahí en donde reflejas la importancia y valor que tu propia terapia tiene para ti. Tu simplemente proyectas en eso lo valioso que es para ti.
Obviamente creo que existen muchas circunstancias externas a esto. Por lo que habría que pensar esta reflexión con reserva de muchas otras variables.
Una por ejemplo importantísima, es la verdadera situación económica de la persona. Donde normalmente los psicólogos estarían en capacidad de entender la capacidad económica de su paciente. Y con esto decidir el costo de la terapia. Sin embargo estaríamos hablando de ciertas situaciones. Las mínimas donde el problema radica en otro tema que no fuera la valoración que se tiene del proceso terapéutico.
Recuerdo en todo momento que cuando algo no cuesta no se valora. Muchos psicólogos nos enfrentamos ante esto en los recientes hechos del sismo del 19 de septiembre. Increíblemente muchos ofrecimos ayuda psicológica y fue esta muy poco apreciada.
En mi caso viví muchas cancelaciones de citas y poco compromiso de la gente. Probablemente porque si no te cuesta perder una sesión, pues simplemente no te preocupas en darte un tiempo para estar con el psicólogo que te pueda ayudar y en caso de no ir el poder cancelarle.
Al parecer mucha gente no valora el tiempo del psicólogo y del valor que tiene que asigne una hora que cobra para poder ayudarte. Ello significa mucho, aunque en ocasiones se tenga la fantasía de que el psicólogo es simplemente un consejero que hace las cosas por vocación gratuitamente y no como una actividad profesional que vale la pena ser lo mejora pagada posible.
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